Sin lugar a dudas, la representación de la Pasión de Cristo más famosa, al menos en nuestro país es la Iztapalapa, en CDMX, pero, ¿cómo surgió?
Cada año, este municipio de la CDMX se transforma en un gran escenario con actores locales que representan los momentos más importantes de la Pasión de Cristo.
La representación se ha convertido en un símbolo de la identidad y la fe de la comunidad de Iztapalapa, transmitiéndose de generación en generación y siendo reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de México desde 2023.

La historia detrás
La historia detrás del Víacrucis en Iztapalapa 2025 tiene raíces profundas. En 1833, una epidemia de cólera devastó la región.
Los habitantes, en un acto de fe, pidieron ayuda al Señor de la Cuevita y prometieron recrear cada año la Pasión de Cristo si cesaba la enfermedad. Desde entonces, esta promesa se ha mantenido viva por generaciones, con su primera representación formal en 1843.
La representación del Viacrucis en Iztapalapa tiene una historia que se remonta a 1843. Se originó como una promesa de los habitantes de los ocho barrios originarios de Iztapalapa al Señor de la Cuevita para que los librara de una epidemia de cólera que azotó la región en 1833.
Diez años después de la promesa, en 1843, se realizó la primera representación formal del Viacrucis como un acto de fe y agradecimiento. Con el tiempo, esta tradición evolucionó de una simple procesión a una elaborada dramatización de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, convirtiéndose en una de las representaciones más grandes y concurridas del mundo.