EL ERROR DE CÁLCULO POR EL QUE CELEBRAMOS UN AÑO EQUIVOCADO

REALMENTE, Y GRACIAS A UN ERROR DE CALCULO, CELEBRAMOS EL 2020 Y NO EL 2024 (AUNQUE ALGUNOS CREEN QUE DEBERÍAMOS CELEBRAR EL 2025 O 2026)

El Año Nuevo comenzó a festejarse el 1 de enero hace relativamente poco tiempo; fue el papa Gregorio XIII quien lo dispuso en 1582 para todos los países católicos, al inaugurar el calendario en vigencia, que sustituyó al juliano.

Luego, poco a poco, las restantes naciones lo incorporaron -los rusos fueron los últimos, en 1917- y así también se aceptó en todo el mundo que el año comenzara el 1 de enero y no el 21 de marzo o el 1 de abril, como solía serlo en los viejos tiempos.

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El uso de las siglas a. C. (antes de Cristo) o d. C. (después de Cristo) cuando nos referimos a fechas del pasado, lo entiende casi cualquier persona medianamente escolarizada. Pero, ¿quién decidió en qué año nació Jesús, si no hay apenas documentos históricos que avalen su paso por la Tierra?

Resulta que durante siglos, los años se contaron a partir de la supuesta fecha de la fundación de Roma. Por ejemplo, el año 100 d. C. era el 653 ab urbe condita (desde la fundación de la ciudad), y como los romanos eran los mandamases, su cuenta de los años se impuso en todo el mundo conocido.

Pero hay más: esta forma de contar los años continuó incluso después de que el imperio fuera solo un recuerdo.

En el siglo VI, un papa —Juan I— quiso saber en qué año había nacido el Redentor para poder calcular la Pascua anualmente, y le encargó a Dionisio el Exiguo, un matemático, monje y teólogo, que se dedicara a investigarlo. El buen monje puso manos a la obra: hizo cálculos y consultó las fuentes históricas de que disponía para poder precisarlo.

Dionisio llegó a la conclusión de que Jesús, llamado el Cristo, había nacido el 25 de diciembre del 753 ab urbe condita. El teólogo entregó los resultados de sus pesquisas al pontífice, pero había un error fatal en sus cálculos.

Si los evangelios decían verdad y Jesús había nacido bajo el reinado de Herodes el Grande (“Después de que hubo nacido Jesús en Belén de Judea, en los días del rey Herodes…” Mateo 2:1, traducción de Ernesto de la Peña), eso no podía ser exacto, porque ese rey había muerto en el 750 ab urbe condita.

Entonces, cuando menos había un desfase de cuatro años (algunos dicen que son 5 o 6 años) para hacer cuadrar las fechas del nacimiento del Mesías, la matanza de los inocentes y la desaparición del monarca… Y el error se quedó para siempre: el año 1 de la era cristiana quedó fijado en el 753 de la fundación de Roma.

INCLUSIVE, algunas iglesias aseguran que Jesus nació curiosamente 7 años antes de Cristo, ósea que ahorita sería el 2027.

Si hoy corrigiéramos el cálculo de Dionisio, estaríamos por lo menos en el 2024 y el fin del mundo predicho por los mayas y tan cacareado en medios de comunicación hubiera tenido lugar quizás hace ocho años. (Se acuerdan del dizque fin del mundo en el 2012? Profetizado según por los mayas) Ya no estaríamos aquí, comentando el error de un monje de la Edad Media.

Y pues no, el mundo no se acabó en el 2012 como no terminó en 1914, como vaticinaban los Testigos de Jehová. Este es otro argumento contra la charlatanería y el fraude apocalíptico.

España llego a America antes de que acabaran con sus predicciones los mayas y acabaron con todos. O tal vez los mayas se dieron cuenta de que no iban a vivir en esa epoca, (2012) se les hizo estupido continuar y se fueron por unas cheves.

Resultó que Dionisio estaba harto de que los años se siguieran contando desde la asunción al trono del emperador Diocleciano, dado que éste había perseguido con furia a los cristianos, y aprovechó el nuevo calendario para hacerlo a partir del nacimiento de Jesús.

Tras establecer que el Niño Dios había nacido el 25 de diciembre del año 753 ab urbe condita- es decir, desde la fundación de Roma- decidió que el año uno de nuestra era coincidiera con el 754 AUC, sin percatarse que para entonces la muerte de Herodes llevaba cuatro años de ocurrida.

Ahí fue que surgió la pregunta: ¿cómo pudo Herodes mandar a degollar al Mesías en la matanza de inocentes, si él mismo ya estaba muerto? El recálculo denunció el error pero el calendario gregoriano siguió tal cual.

Nuevos estudios basados en lo estimado en el siglo XVI por el astrónomo Johann Kepler, en función de la aparición de la estrella de Belén -en realidad, una triple conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en el signo de Piscis- llevaron a proponer que Jesús habría nacido a mediados de septiembre del año 7 y no en diciembre del año 1.

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Esto significa que este 31 de diciembre no habría que brindar por el año 2020, sino por el año nuevo 2027.

Lo dicho no tiene demasiada relevancia, si se observa que otros pueblos -que en lo civil se manejan con el calendario gregoriano- celebran su año nuevo en otras fechas, en función de sus propias tradiciones históricas o religiosas.

Por ejemplo, el Año Nuevo chino comienza entre enero y febrero con la primera Luna nueva de Acuario; el Rosh Hashaná (cabeza de año) judío empieza en el mes de Tisri del calendario hebreo, que equivale a septiembre u octubre del gregoriano; y el Año Nuevo musulmán en el mes de Muharram que, como obedece a un calendario lunar, puede caer en cualquier mes gregoriano.

Y usted que opina?

Feliz Año Nuevo

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